viernes, 21 de agosto de 2009

MALAGA: FERIA 2009. PITINGO EN EL AUDITORIO MUNICIPAL

(SUR.ES)
El artista Pitingo regaló a los asistentes al concierto en el Auditorio Municipal los ritmos frescos y sorprendentes de su disco 'Soulería'.
Antonio Álvarez presentó los temas de 'Soulería', su último trabajo musical
El público asistente aclamó la entrega de los teloneros, los Hermanos Ballesteros
CANTE jondo y soul. O soul y cante jondo. Cuando los sonidos flamencos se llenan de sentimientos y se acompasan con los ritmos de raíz del soul, el resultado puede ser realmente espectacular. El Auditorio Municipal del Cortijo de Torres vivió en la noche del domingo una cita con la música repleta del duende más novedoso. El onubense Antonio Álvarez, más conocido como Pitingo, puso toda la carne en el asador y consiguió seducir a las miles de personas que se acercaron al recinto para escuchar los temas de 'Soulería', su último trabajo.
Con Juan Carmona -uno de los fundadores del grupo Ketama- a la guitarra, los temas del célebre gitano de Ayamonte volvieron a desgranar la influencia de prodigiosos estilos de artistas de la talla de Aretha Franklin, Marvin Gaye, Ray Charles o Stevie Wonder.
Pitingo también dejó entrever la influencia flamenca de Chacón, Vallejo, Marchena, Caracol, Tomás, Pastora, Mojama, Camarón o Morente en la interpretación de canciones como 'De Ayamonte a Missisippi', 'Silencio' o uno de sus temas más aclamados por el público asistente al concierto en el real, 'En algún lugar del mundo'.
Grandes clásicos
Pitingo tampoco se olvidó de interpretar los grandes clásicos incluidos en su último disco: 'Killing me Softly', de Roberta Flack; 'Yesterday', de los Beatles, o 'Gwendolyne', de Julio Iglesias, entre otros.
A pesar de tener tan sólo 25 años, Pitingo ya ha trabajado con muchas figuras musicales y ha estado en los mejores teatros y festivales del mundo, acumulando todo tipo de éxitos nacionales e internacionales. Una mezcla de estilos con la que el artista ha conseguido hacerse un hueco propio en el panorama musical. Fueron muchas las personas que no quisieron perderse el concierto y se acercaron al Auditorio, entre ellos, Antonio Jesús López Nieto, ex árbitro de fútbol.
Durante una rueda de prensa previa al concierto, Pitingo repasó su corta pero intensa trayectoria. Y es que la vida de Pitingo ha dado muchas vueltas desde que despertase su interés por la música y decidiese trasladase a Madrid. El productor Alejandro Pinedo fue el primero el descubrir el talento innato del artista y decidió trabajar con él en el estudio de grabación de AGP MUSIC, donde Pitingo demostró un gran dominio de los ritmos del soul.
Su contacto con el mundo flamenco se intensificó en una reunión de Los Magos, un grupo de amantes del cante jondo que se reúne cada miércoles en un café de Madrid y que cuenta con visitas de grandes figuras del cante como Enrique Morente, Carmen Linares, Pepe 'Habichuela' o Diego Carrasco. Allí fue donde el artista inició su nueva andadura musical.
En 2004 Pitingo participó junto a Nono García en el tema 'Guajira del Trasmallo', perteneciente a la banda sonora de la película 'Atún y chocolate', de Pablo Carbonell. En 2005 la sala El Búho Real, junto con Emi-Virgin, editó el disco Búho Real, nueve artistas desconocidos que recopilaban los temas de nueve cantautores, entre los que se encontraban 'Los quereles' y 'El olvido'. Ese mismo año aparece el disco 'Samba pa' ti' en el que interpreta el tema 'Sé que te amaré', a dúo con la cantante Rosario Flores. Pitingo grabó su primer disco con Pepe 'Habichuela' en 2006. Un trabajo que sin duda ha dado sus frutos. No en vano, Pitingo recibió el pasado mes de febrero un Doble Disco de Platino por las más de 110.000 copias vendidas de 'Soulería'.
Teloneros de lujo
Pero Pitingo no fue el único triunfador de la noche. Como teloneros, a las 23.00 horas, comenzaron a sonar los primeros acordes del grupo flamenco Hermanos Ballesteros, que sorprendió a los presentes con un flamenco sumergido en las tradiciones más serranas.
Los siete componentes del grupo descubrieron ritmos sencillos, pero elegantes, acompañados de taconeos y bailes que despertaron la admiración de los que a primera hora de la noche se encontraban en el Auditorio Municipal. Poco a poco, el aforo del recinto fue completándose, hasta que, tras despedirse de los malagueños homenajeando a la ciudad, los asistentes se levantaron de sus asientos para agradecer la entrega del grupo que calentó el ambiente. Sin duda, una recompensa bien merecida.

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