martes, 19 de mayo de 2009

Sonia Miranda, un garabato flamenco con traza propia

(ElAlmeria.es)

Sincero como su forma de ser. Así es el cante de la sevillana afincada en Aguadulce, Sonia Miranda. Curtida con artistas de la talla de José de la Tomasa, gran conocedora y estudiosa de todos los estilos, la cantaora intenta imprimir su sello personal a cada cante como trazó en su primer disco: Garabato. Miranda posee una dualidad exquisita. La de sobrecoger al público con un cante cristalino así como la de pellizcar cuando su garganta bucea en el interior de sus sentimientos. La cantaora muestra una gran seguridad en el escenario, fruto de sus tablas y su temple natural. Sonia ha participado en los festivales más importantes de España como la Bienal de Sevilla, en Málaga en Flamenco, en el Festival de Jerez o la Suma Flamenca de la Comunidad Madrid. Esta semana la almeriense de adopción llevará su arte hasta tierras holandesas donde comienza hoy una gira por Rotterdam, Nootdorp y Breda (aquella ciudad donde el Capitán Alatriste se batió tantas veces al sol). Miranda, que imparte clases de cante flamenco en el taller flamenco José Fernández Torres Tomatito de Roquetas de Mar, asegura tener ya varios proyectos para el futuro. "Tengo en mente un espectáculo con músicos con los que he estado colaborando y otros con los que quiero contar que quizás se estrene cuando pase el verano y tenga tiempo para ensayar", comenta. Los tablaos son unos puntales fundamentales en la vida de Sonia Miranda, que necesita el flamenco para disipar su timidez con su cante. "El flamenco es mi vida, mi trabajo, soy una afortunada al vivir de este arte. Pero para mí en especial es una necesidad porque es mi vía de escape, soy muy tímida y el flamenco me permite expresar sentimientos que sólo con palabras no sería capaz", apostilla Sonia.

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