domingo, 28 de junio de 2009

Noche Flamenca en la Chana



(ideal.es)
Es de agradecer que una asociación de vecinos potencie año tras año el flamenco. Una forma de cultura que une a todo tipo de personas en una plaza tiene que tener algo que gusta a grandes, pequeños y gente de todas partes del mundo.
En la noche del viernes ese 'todo' se juntó dentro y fuera del escenario para disfrutar de una velada donde tuvieron sus primeras oportunidades dos jóvenes cantaores de nuestra ciudad: Francisco Arjona Cortés y Alejandro 'El Gambimbas'. Ambos ganadores de sendos concursos -el de la Asociación de Vecinos de La Chana y el de la Peña Flamenca Luis Carmona Habichuela- estuvieron acompañados por la guitarra de Enrique de Melgarez y resolvieron su actuación con un repertorio muy fiestero donde no faltaron las bulerías y los tangos. Sin duda tienen mucho por aprender pero la semilla del duende ya ha empezado a brotar en ellos.
Joven pero mucho más curtida en festivales y tablas llegó Judith Urbano con las seis cuerdas de Ramón del Paso detrás. Un rostro y una voz bonita que comenzó a calentar a un respetable que cada vez llenaba en mayor cantidad las sillas de la Plaza de Huéscar. Hizo aires de Cádiz, tangos y una soleá donde demostró que se está formando con buen gusto en un oficio tan duro como este.
Los cabezas de cartel
Y el barrio tuvo su momento con su referente de arte, la bailaora Isa Vega. Bailó sola, bailó con Raimundo Benítez y se hubiese tirado bailando dos días porque quiere y lo siente. Eligió soleá por bulería y dejó claro que las niñas de su academia que bailaron dos horas antes tienen un buen espejo en el que mirarse. Fuerza, técnica y ganas. ¡Qué buenos principios!
El sevillano Manuel Cuevas, ganador de la Lámpara Minera en 2002, fue el gran triunfador de la noche. Con un timbre dulce pero potente cantó 'La Salvaora' sin microfonía, ganándose una ovación que ya había despertado por malagueñas y cantiñas. Para acabar su actuación optó por un palo tan agradecido como los fandangos.
La pena fue que lo que tenía que ser la guinda de la noche, los dos 'Habichuelas', Pepe Luis y Juan, tuviesen que luchar por controlar un sonido terrible en lugar de poder demostrar nuevamente su arte. De hecho lo hicieron por soleá, palo fuerte de Pepe Luis, tientos-tangos y unos fandangos que dedicaron a Manuel Rojas y a los organizadores del festival.
Y de corazón, entregándose, arrancaron un fin de fiesta al que, junto a los protagonistas de la noche, se sumaron artistas que había en el backstage como José Balao y El Niño de las Almendras. Una ristra de bulerías que cerraron una noche agradable.

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